La corrida, y el espectáculo que se organizó, fueron un glorioso colofón a unas fiestas patronales con la tauromaquia como protagonista.
La corrida, y el espectáculo que se organizó, fueron un glorioso colofón a unas fiestas patronales con la tauromaquia como protagonista.
Durante los Encierros 2017 de la Puebla del Río, tras un colorista pasacalles en el que Morante
sirvió de conductor a los Enanos Toreros.., que pasearon por La Puebla acompañando a la terna de
novilleros y sus cuadrillas, la plaza portátil registró un aforo completo.
La corrida se desarrolló
en un ambiente extraordinario, alternando la trompeta y la Charanga en los descansos, además de los
sones de la Banda de Música de La Puebla como acompañamiento del festival.
Ganado potable, de juego
desigual, el del hierro de Zalduendo, que no ha puesto las cosas fáciles a los jóvenes novilleros.
Los cuatro novillero; Rodrigo Pipió, El Lauri, Jesús Cuesta y Álvaro Romero lidiaron los erales de
Zalduendo. Sufrieron revolcones, y pagaron con dolor, aunque sin mayores consecuencias, su
pundonorosa entrega.
Corrida llena de detalles que hace seguir teniendo esperanzas en las
generaciones venideras, en las que (los tres primeros) cortaron una oreja cada uno, mientras que el
local Alvaro Romero consiguió, cerrando plaza, un trabajado triunfo, cortando dos orejas y rabo a su
oponente, y saliendo a hombros desde la plaza, por las calles de La Puebla.
El público disfrutó de
lo lindo, también con la diversión que proporcionó “El Toronto y sus Enanos Toreros..”. para cerrar
un divertido y variado espectáculo.
Un Morante pletórico siguió con atención el desarrollo de la
lidia desde el callejón, en el que estuvo departiendo con mucha complicidad con su paisano Diego
Ventura y con Joaquín Sánchez, el jugador del Real Betis Balompié.
La presidencia corrió a cargo del
alcalde de La Puebla del Río, Manuel Bejarano, que fue asistido por el veterano Rafael Sobrino,
quien fuera banderillero de Espartaco.
En definitiva, un glorioso colofón a unas fiestas patronales
con la tauromaquia de protagonista, en la que todo un pueblo y miles de visitantes han vivido con
emoción y diversión algunos de los días claves en el calendario de La Puebla Del Río.